Nosotros la defendimos, los sevillanos la pintaron.
Capella de la Puríssima a la catedral de Tarragona
Ayer celebramos la fiesta de la Inmaculada Concepción, una fiesta que tuvo su origen precisamente en Cataluña, tal y como nos explica Carmelo López-Arias en un artículo aparecido en Religión en Libertad bajo el título Ave María Purísima: un «saludo nacional» y dogma español de impulso catalán e iconografía sevillana:
“Cuando en el siglo XIII se planteó la controversia teológica en torno a la Inmaculada, los condes de Barcelona la tomaron bajo su protección, y en Vic y Gerona empezó a celebrarse litúrgicamente con oficio propio.
La Corona de Aragón se volcó con la Virgen, como herencia de la predicación del mallorquín Raimundo Lulio.
Pedro el Ceremonioso instituyó en 1333 la Cofradía Real de la Inmaculada Concepción, a la que han pertenecido todos nuestros monarcas. Juan I dictó un decreto…
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