(Y LUEGO A MIS ENEMIGOS DE EXTREMA IZQUIERDA Y DERECHA)
He dejado pasar unos días antes de escribir unas líneas sobre la depresión post-electoral de las personas que siempre han pensado que eran de izquierdas, y que se creyeron TODO lo que sus partidos de izquierda decían que eran.
Igual no es buen momento, porque la mano negra que mece este mundo ya ha empezado a pulsar los botones de sus planes para este país, no hay más que ver lo sucedido en Valencia, donde extremistas de izquierda e independentistas han comenzado lo que se quiere sea común en breve por todas las ciudades y pueblos de España.
(Aunque ésto ya estaba previsto: https://cronicasmurchantecity.wordpress.com/2011/12/08/alea-jacta-est/ )
La chispa que enciende este post es un email de un buen amigo, buena persona, de izquierdas y muy honrado y con grandes dotes humanas, y hasta de gran valor personal ante situaciones en las que otros hubiéramos echado a correr.
Pero pasarse 7 años sonriendo y disculpando las fechorías de un inútil Zetaparo dejan sus secuelas. Ha sido mucha presión, 7 años disculpando reformas laborales inútiles sin hacer huelgas de las de verdad, 7 años malditos mientras la economía se hundía, mientras crecía el paro brote tras brote verde; mientras los amigos del poder, muchos de ellos criados a los opulentos pechos del franquismo se hacían multimillonarios. 7 años en los que se veían cómo se llevaban los dineros a manos llenas usando el presupuesto como cajero particular, dado que como decía la ministra Carmen Calvo, “el dinero público no es de nadie”.
Pues llegó el momento en que la vaca exhausta ya no puedo más y se murió. El estado, a diferencia de la estupidez humana, no es infinito, ni el crédito. La fábula para niños malcriados de que “si no hay un servicio o infraestructura pues no hay problema, se aumentan los impuestos y/o se aumenta deuda para pagarlo y ya está”… toca a su fin. Las dos opciones son perniciosas porque se basan en medias verdades, las peores de las mentiras. Esas verdades tienen las patas muy cortas, de manera literal, eso sólo funciona a muy corta escala.
En el primer caso, se pueden subir un poquito los impuestos, pero no sangrar ni desangrar a los que crean riqueza y empleo. En el segundo, se puede poner algo de deuda pública en el mercado para llevar a cabo una inversión rentable para el país, aun a largo plazo, pero no se puede volcar tanta deuda que desequilibre las cuentas del país ni rompa el techo de los tipos de interés, detrayendo además dinero del mercado privado hasta secarlo.
Por poner un ejemplo cercano, había que haber dejado quebrar 10 ó 15 cajas de pequeño y medio tamaño para que bajaran los precios de pisos y suelo, para que se animaran nuevos inversores, y los bancos restantes se hicieran con esos bienes a precios de saldo. Así tendrían facilidades de crédito y la bomba se volverá a cebar para poder sacar agua, es decir, inversiones. Pero lo que se hizo fue mantener en sus puestos jugosos a unos directivos de cajas sacados de las direcciones de partidos políticos, normalmente izquierdosos (pero de todo hay) y hasta sindicalistas, que NADA sabían de sacar adelante empresas y sí de conceder créditos sin cuento a amigos y compañeros de partido.
Resultado, la quiebra a pesar de recibir ingentes cantidades de dinero público, y nadie que sepamos ha ido a la cárcel, como el Sr. Narcís Serra, que ha hundido Caixa Cataluña, sí, aquel ministro de defensa pianista que se sabía las conversaciones de todos , y que entonces tampoco pisó la cárcel…igual por eso tenemos ahora estos lodos.
Estas cosas, que se aprenden en la universidad oficial o en la de la vida, son ocultadas por una maraña de intereses bastardos. Son esos intereses que interesan a los muy interesados, y enterados, que les dan una licencia de TDT antes que a otros que llevan años invirtiendo en nuevas tecnologías, a estos pobrecitos se la niegan. Me refiero al multimillonario comunista Roures, con su empresa de TDT la Sexta (alias la Secta) quebrada y vendida a A3. Con su periódico con varios despedidos y a punto de quebrar o venderlo al gorila Rojo venezolano, el dictador cancerígeno Chávez. Pero exhiben sin pudor sus colecciones de arte, entre ellas destaca un solo cuadro valorado en 5 millones de €. Con eso Cáritas tiene para muchos platos de sopa.
Éstos y no otros, son los verdaderos jerifaltes de la izquierda. Los que se enriquecen y usan la demagogia izquierdista para manejar a la población a su antojo, mientras los obreros van a la calle, los multimillonarios izquierda caviar, en Francia Gauche Divine, van de fiesta en fiesta, rodeado de actores y actrices, feladores y felatrices de subvenciones sin cuento. Mientras, ya no llega para pagar a los parados.
Y cuando llega el punto en que la vaca está a punto de expirar su último billete o subvención, entonces se hace de tripas corazón y se vota a un partido que podrá sacarnos del atolladero, que aunque no pensemos como ellos, sabemos que la economía va a funcionar. O en otros casos se abstiene uno, dejando paso a sabiendas a los que saben de economía.
Lamentablemente la izquierda es como el escorpión del chiste, y dejando inicialmente nadar a la rana, le asesta el picotazo en cuanto dejan de hacer pie. En este caso, ni dos meses han tardado en salir a la calle a quemarla, a amenazar con huelgas que en otros casos tardaron 7 años en hacerlas.
Cree acaso alguien que se puede reconstruir en 7 semanas lo destruido a conciencia en 7 años, y aún más, porque lo que se destruyó con Felipe González, con Rubalcaba a los mandos técnicos del Ministerio de Educación, eso NUNCA se ha llegado a reconstruir.
Por eso nos parece NORMAL que unos estudiantes salgan a manifestarse destrozando el derecho de los demás a circular libremente, a ir al trabajo, a volver a él, o a trabajar llevando personas o mercancías. Y les reímos las gracias. Son esos mismos menores que se creen intocables como El Cuco u otros criminales, que tienen todos los derechos pero ninguna obligación.
Es posiblemente porque nunca han aprendido por ejemplo, que Mao Zedong usó a los jóvenes, sin cabeza por supuesto, para barrer a todo el que le podía hacer sombra…una vez conseguido el objetivo esos mismos jóvenes fueron reconvertidos o ajusticiados.
Y mientras, sigue la música sonando, la orquesta tocando, mientras se hunde el Titanic.
Hala. Si otro día tengo ganas, le pongo fotos.
Crónicas de Murchante City 