El pobre Antoni Bassas se ahoga en el nacionalismo.
El nacionalismo es una ideología que idoliza lanacióy arrodilla todos los ámbitos sociales ante el diosecillo cuatribarrado. Hace años que lo consiguió con el deporte, especialmente con el Barça; el pobre club se ha convertido en un instrumento de divulgación ideológica, donde parece que es más importante ser separatista que jugar a fútbol. Pero a la UEFA no le gusta que el deporte sea un vehículo nacionalista, y ha multado 2 veces al Barça por promover la exhibición de cubanas en el campo, banderas de odio inventadas por un chalado que firmaba «Mori Espanya». Irritada, el pasado miércoles la ANC repartió cubanas en el Camp Nou y animó a silbar otra vez el himno de la UEFA. Ya saben, lo del respeto no va con el nacionalismo.
Antoni Bassas Onieva (sisplau, faci una xiulada al catalanitzador de cognoms
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