Para el Conde la ley es tiránica.
Lo decía Churchill: «Es bueno tener la fuerza de un gigante, pero no usar de ella como un gigante». Ahora vean la viñeta que publica el Conde en su Vanguardia del Règim.
Un humilde, colorido y pequeño catalán habla de «debate» y «paz». Un Rajoy en blanco y negro aparece junto a una mano gigante: «la legalidad». Es la mano que aplastará el pobre, inocente y pequeño catalanet. La mano de las puñetas, la mano de un juez tiránico y gigante.
Se entiende, ¿verdad? ¿Se puede ser más miserable, señor Conde?
Dolça i victimitzada Catalunya…
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