Para que el nacionalismo pueda seguir, es imprescindible salvar el prestigio del Gran Evasor.
«Us he pres el pèl durant 34 anys, i penso continuar fent-ho»
Al contrario de lo que claman sus ideólogos, el nacionalismo catalán es muy reciente. Cuenta Josep Pla que a comienzos del s.XX “los catalanistas eran muy pocos. Cuatro gatos. En cada comarca había aproximadamente un catalanista: era generalmente un hombre distinguido que tenía fama de chalado” . En la agitada Europa del primer tercio de siglo, la ideología nacionalista fue ganando adeptos y en los años que precedieron a la Guerra Civil -y durante la misma guerra- demostró su disfuncionalidad y su incapacidad absoluta para mejorar el bienestar de los catalanes. El nacionalismo, desprestigiado y avergonzado, volvió a ser cosa de «cuatro gatos«.
Uno de estos «cuatro gatos» fue Jordi Pujol. Consiguió limpiar la cara del nacionalismo…
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