Cómprela y disfrute de la diversidad típicamente española.
Es lo que nos enorgullece, i lo que ens volen treure aquells que només parlen català, només diuen espanyansroba i només pensen en parlar del prusés inclús als sopars de Nadal.
Pero los catalanes no somos así. Como Carmen Amaya, una admirable bailaora y cantaora muy elogiada por Arturo Toscanini y Leopoldo Stokovsky. Fue felicitada personalmente por la Reina de Inglaterra. Roosevelt la invitó a una fiesta en la Casa Blanca, y le regaló una chaquetilla de diamantes. Falleció a los 46 años en Bagur (Gerona). Carmen nació, murió y se formó en Cataluña. En el parque de Montjuich de Barcelona tiene una estatua que perpetúa su memoria.
El nacionalismo la mantiene en el olvido: en sus dogmas, una catalana no puede ser una de las mayores representantes del flamenco español.
Dolça i flamenca Catalunya…
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